Mientras te preparas a practicar Pilates, sé consciente de todas las cosas que llevas contigo. Tu cuerpo, por supuesto, pero también la manera de pensar sobre tu cuerpo. Tal vez considere que tu cuerpo esta viejo o cansado. Quizás te veas a ti mismo falto de coordinación o torpe. A lo mejor sólo quieres que cambie o que parezca el cuerpo de otra persona. Tienes que ser consciente de tus percepciones sobre tu cuerpo y ver si tienes ideas negativas sobre él. Sabemos que una mala imagen de uno mismo, o falta de confianza en sí mismo y los sentimientos de miedo o vergüenza ejercen efectos negativos sobre nuestra salud y rendimiento.
Tienes que ser un alquimista de la mente y trabajar para reestructurar pensamientos negativos, convirtiéndolos en positivos.
Date cuenta de que estas ideas negativas no son tu verdadero yo natural. Tu yo verdadero es el milagro de la vida que se expresa diariamente a través de tu cuerpo y de tu espíritu.
Dite a ti mismo que eres capaz y que puedes adaptarte y aprender sea cual sea tu edad y condición.
Una manera de apreciar mas tu cuerpo es pensar en todo lo que hace por ti automáticamente. Los sistemas autónomos del organismo regulan tu temperatura, tus órganos, tu sistema digestivo, tus sentidos, ect. Haya pasado lo que haya pasado tu cuerpo, ahí sigue, realizando milagros que las maquinas nunca podrán reproducir por completo.
Tu yo verdadero eres tú y la energía vital que corre por tu cuerpo con el aire que respiras constantemente. Con esta energía lograras el bienestar físico, mental y espiritual.
Una de las cosas que se te pedirá en Pilates es que observes tu yo natural, un ser maravilloso curioso con un deposito ilimitado de coraje, fe y potencial de crecimiento, permitiéndonos estar en la magia del momento, aprender a estar presente en tu pensamiento y a apreciar el sencillo hecho de que estás respirando, moviéndote y disfrutando de la belleza real de tu práctica. Sencillamente permanece abierto a la comunicación con tu cuerpo.
